miércoles, 27 de abril de 2016

Me topo con un vídeo y salís vos con tu buzito rayado, esa cabeza rapada, concentrado y por momentos sonriendo, escuchando atento, y me da unas ganas locas de salir así como estoy, en pijama y pantuflas de monstruo violeta, subir al 76, cruzar por debajo la vías y tocarte el 7A, que bajes con cara de desconcertado y, sin respuesta verbal que darte porque no la precisarías, envolverte en el abrazo más inmenso de todos, del mundo, en el beso más ruidoso, fundirme en todo el perfume, tu perfume, que pueda respirarte del cuello.. Pero me faltó valor y me sobró respeto. Y me quedé en mi cama. Que descanses, vivo irrumpiendo en cachos de chats cuando mi cerebro me dice que no lo haga, que sea racional. Yo también me enredo como vos el otro día, me enojo conmigo, me digo que va a ser la última vez. No me creo un carajo jaja no va a ser la última vez. Porque te quiero, de verdad mucho y en serio, porque no paro de soñarte, de sentirte. Porque todo esto es desordenado y no lo releí, sale como sale, como un quilombo, a mil revoluciones, cargado de energía exactamente igual a cuando te veo. Porque todo es nada y nada es todo, porque se que cuando cierre este par de ojos chinos, vuelvo a soñarte, y sin dormir te sueño la mitad del día. Espero que este mensaje no te despierte, y cuando lo leas no te asustes, no enloquecí.. Sólo se me aflojaron, por un ratito, los filtros. Tendré que ajustarlos más.. Y a pesar de que te pido disculpas ahora por este choclo de palabras cobardes a una pantallita que se queda sin batería, no puedo borrarlo y algo, lo más extremo de mi, hace que aprete enviar.


mensajes asi hay que enviar

domingo, 20 de marzo de 2016

Como se tiene la certeza de que uno se enamoró? Simplemente uno lo sabe, y aunque esta frase siempre me pareció absurda y falsa, muy poco real, parece que me equivoqué. Es REAL, simplemente uno lo sabe, lo percibe, lo siente, incluso lo saborea, y en los peores casos, los no correspondidos o de rabietas del tiempo, se padece. Lo que es seguro es que uno deja de estar solo. Porque a pesar de que el otro sienta lo mismo o similar, incluso si fuese todo lo contrario, uno vive habitado por una sensación tan inmensa y entrometida que jamas te abandona. NO, NUNCA, Está y el ente sentipensante te sigue a todos lados. Duerme con vos, lo soñas, te distrae en el laburo, te acompaña en las comidas, lo hablas y respiras si te tomas unas birras o en el mate de la tarde con amigos, pelea todo el tiempo por tomar mas protagonismo con otros entes que nacieron cuando amabas a quienes hoy ya serian tus exs. La disputa entre el ente actual y los entes exs puede ser sangriente pero por sobre todo, dolorosa. HUYA. es lo mejor que puede hacer. No se deje seducirpor palabras y vericuetos que alguno le diga, deje que se maten solos y usted no intervenga, nada puede hacer ahi como arbitro, ya ganara el mas fuerte, es ley de la selva sentimental. 
Continuando con lo anterior, lo verdaderamente importante, lo que nos concierne. Usted pasa de sentirse hermosa a un adefecio incapaz de atraer al otro? su corazon y animo se asemejan masa una montaña rusa que a un prado con flores y ovejitas pastando? Padece de insomnio y repentinos sueños despiertos? Se rie sola? Escucha canciones y soundtracks mientras se desarrolla la vida? Su reino por uno de sus besos ahora? No necesita cerrar los ojos para ver y sentir lo embriagador de su piel? llega incluso a "odiar"? le jura a las plantas y conversa con el perro sobre la distancia a imponer pero ni usted misma se cree capaz de cumplir dos dias? Si, mi querida amiga, usted esta enamorada, y hasta las manos basicamente.. en pelotas!

martes, 14 de abril de 2015

 Pareciera que hoy me devolves la sonrisa que te regalé ayer. Me encuentro en un par de ojos que coinciden con los tuyos. Respiro en cada roce y vaivén en que nuestros cuerpos se integran a una música que pareciera brotarte continuamente de las entrañas. Un extraño magnetismo, una fisura a mi realidad. No dejo de preguntarme ¿por qué no te me cruzaste antes? Ahora estamos llenos de elecciones hechas. Pedime algo, pedime lo que quieras. Me habla, se achina y se ríe, se va, se concentra, se deja llevar. Mis recreos de la realidad no los cambio, no están disponibles a trueque, tampoco la sensación de flotar que me invade los pies cuando retorno a una almohada lejos de tu voz, es una canción tuya me inunda de vos y sonrío cada vez que te pienso. Nunca se sabe si es tarde o lejos. Dejame alimentarme la fantasía a base del recuerdo de lo que nunca pasó. Seguí escondiéndonos en canciones, seguí dandome razones para no olvidarte. Seguí que te sigo, confia que confío, mirame que siempre te miro.

martes, 26 de agosto de 2014

Vivimos en un tiempo donde somos prisioneros de lo fugaz, de lo veloz. Queremos llegar rápido, queremos salir antes, deseamos estar siempre en otro lugar y muy poco en el espacio donde realmente estamos, nos enamoramos y olvidamos de manera impalpable, intangible, todo se rompe por completo, se nos incrusta una rutina haciendo que todo sea de moneda común y corriente. No es un buen tiempo para el tiempo, para el perderse en una mirada, para pasarse de paradas con el bondi y caminar, ni siquiera para bajarte antes. Pero hay algo que me parece aún más grave, y es parte de esta realidad y es que no tenemos en cuenta que jugamos, jugamos todos, todo el tiempo, con todo. Jugamos a ser mejores y diferentes, a sentirnos medio acompañados por compartir las sábanas con alguien, a ser exitosos, a estar en la moda, a decir la frase que se usa, a tener una vida de la que, muchas veces y con plena conciencia, no elegiríamos. Pero lo más grave del juego es cuando el otro no quiere jugar. Yo no quiero jugar, no al menos con estas reglas, no en este juego, no me gusta, no me divierte, me marea. Terminamos desconfiando uno de todos y todos de uno, nadie quiere destrozarse pero morimos por ser atravesados, aunque sea una sola vez. Desean sentir pero les da miedo? A qué le tenemos miedo? Dónde nos vamos los que queremos cambiar las reglas y hacerlas más simples, menos egoístas para que la partida dure más?

Paradójico el tiempo en el que estamos. .  parece que no nos podemos escapar y, lo peor de todo, no nos podemos encontrar… . 

lunes, 30 de junio de 2014

Quedate sereno, quedate en lo oscuro. Quedaste. Quedate quieto, desierto pero no muerto. Quedaste en todos lados, en los finos y los arrugados. Quedate grande, preciso, inconstante y escurridizo. Quedaste con caretas con poca bicicleta. Quedate viviendo, sintiendo, mintiendo, queriendo. Quedaste faltando y en falta. Quedate feliz, quedate contento, quedate escuchando el viento. Quedaste viejo y opaco, hasta desvalorizado. Quedate solo pero acompañado, vacio y llano, chato de rutinas y saberes que son menesteres. Quedaste imponiendo vidas. Quedate donde veas, donde seas lo que no te animas a ser. Quedaste incluso queriendo volver. Quedate de viaje, sin tanto equipaje, sin tanto fundamento repensado, hervido y seco. Quedaste aplastado, sólo una sombra. Quedate sonriendo, o llorando, lo que vos quieras, incluso fingiendo. Quedaste repitiendo. Quedaste debiendo, palabras y lamentos, conciencia y corazón. 

Quedate allá o acá, pero quedate seguro, convencido, de que sea donde sea, (por suerte) siempre será lejos.

viernes, 24 de enero de 2014

Es muy raro pero tengo tanto que decirte que me desdigo en silencios. Tengo una necesidad imperiosa por resolver el enigma del que perdió que parece que las respuestas que vislumbro son espejismos en el desierto. Las preguntas son constantes y el dolor parece eterno, pero la función es sagrada y seguimos interpretando los protagonicos que no soñábamos jamás encarnar. Mientras destapo la memoria, con el sonido del corcho vuelven todas las promesas y no hay un lugar donde no hayas dejado algo tuyo. Quizás es así porque no hay forma de arrancarte de mis sombras, de cada destello de risa ni tampoco de la humedad que brota por los ojos. 
No hay mañana que no quiera descoser lo que pasó, no encuentro una esquina donde no este tu perfume, no existen las palabras que tanto gastaste y un día se transformaron en espadazo al corazón. 
No creas que busco olvidar, uno busca que no duela tanto, y entender que las mil lineas que dibujaba en la mañana sobre tu espalda no volverán a delinear, que la sonrisa que me regalabas era la solución para lo que creí todo, que las veces que te soñé fueron un regalo del cielo, que hoy somos los que somos porque nos atravesamos. Duele porque jamás creí que terminaría, duele el proyecto que resulto ser diversión y mentira, duelen tus amores de a montones, las miles de visiones que parecen ficcionadas y se instala en el medio de mi pecho todo lo que no dejaste ser verdad, se incrustó el oro que terminó siendo puro polvo...
Y acá estamos, lejos por circunstancias, por prevención, a riesgo de que termine de partirse un pedazo más de corazón. Sigo tropezándote en el camino, sigo confundiendo tu voz, todo el mundo se viste de rayado, solo a mi me retumba lo pasado, esperando que llegue por fin un antidoto a lo que pasó pero sabiendo a ciencia cierta que no se inventó.



                                       


esto es volver para mudarse, para descartar lo que no aporta, para darle paso a nuevos rumbos, más reales menos absurdos, teniendo muy en claro que no se vive de apariencias, que sólo terminan siendo mentiras lo que tanto se ostenta.. 

sábado, 11 de mayo de 2013

Es como estar en el medio de una neblina, esas que te humedecen la cara y te pierden un poco. No se para que lado es el este u oeste, pero ya no se si importa ubicar, hoy parece que menos me entiendo y ya no reflejo lo que necesito de verdad. Sólo se que me aprietan un poco los aires en los que vuelo, que me empuja la innecesaria maldad de una vez más preguntarme lo que me agota imaginar. Tengo la sensación y certeza que ya estuve por estos costados, merodeando por el lateral de la celda en la que yo misma me encerré, sería útil saber donde deje la llave del candado molesto que se encarga de recordarme que la salida es resolver para respirar. Quizás pase la mitad del tiempo no entendiéndome, otra parte burlándome y una pizca de segundo respetando que tal vez sea así, pero ¿Cómo uno vuelve a sus bases, a encontrarse con lo que es uno realmente si todo parece difuso y obtuso? ¿Dónde es el punto exacto en que el alma se libera y no teme dejarse llevar, incluso con todo el riesgo y las reglas del jugar? No es agradable estas ganas de gritar cuando el envase no te deja liberar, cuando el cajón que venía aguantando se empieza a desfondar.






                                                                                                                                       abismo.

jueves, 18 de abril de 2013


Escribir y borrar por enojo a no encontrar las palabras que se ajusten a comunicar lo que parece acontecer por acá. Ya mi conciencia lleva días sin saber como reaccionar ante el beso que al fin diste y que tanto quería saborear, entre tanto tiempo viejo y presente aprendo a bucear entre lo que siempre estuvo adelante y hace poco me animo a observar, decidir no voltear, no usar los miedos que esperábamos esfumar por arte de magia como excusa para no vivir un poco demás. Por mi parte escondí mis máscaras, no creo que me sean útiles de ahora en más, ya sabes mis virtudes y desaciertos, es ridículo si los quiero ocultar; y a pesar de que aún hay cosas que me alertan por un pasado por agua turbulento, me gusta familiarizarme con este nuevo sabor a lluvia refrescante y dulce como ananá, como desayuno, merienda y cena frente a un sol escondido en el mar. Es entonces cuando por fin descubro que no necesito decirte nada, mientras mis dedos dibujen las líneas de tu espalda, mientras me mires con profundidad, cuando inventes juegos de los que no se escapar, es ahí donde quiero seguir compartiendo tres o cuatro cosquillas inminentes y dos tercios de creatividad, para seguir invitándote a besos que nos ubiquen con liviandad a un espacio fuera de foco que no parece estar nada mal. Entre furia y dulzor aprendo que son los nuevos vientos los que refrescan la mirada, y creo que verte distinto es realmente una nueva maravilla, un giro rotundo en las páginas de lo que ya he leído, unos naipes sin marcar, un calor del que no me importaría impregnarme, una caricia que no podría empacharme.




lunes, 25 de marzo de 2013

Tiempo, distancia, cambio, ajenos, distintos, extraños, raros, solos, ciegos, y de repente no tengo ganas de escribir. 





                                                                                                                         

miércoles, 20 de marzo de 2013

Lo que la mente guarda y uno da por olvidado es eso que nos sorprende en el cordón de una esquina cualquiera en una hora inexacta, cuando todo parecía dirigirse a otro lado es ahí donde el cuerpo nos inmoviliza para rumbear contra una corriente impensada hasta esa misma mañana en que nos levantamos. Los años hicieron maravillas con los destinos, nos mantuvieron entretenidos entre historias que se destejían al azar y atardeceres con gusto a mar, para olvidar los balcones que nos escondían del más allá. No había nada más que el sonido de tu boca haciéndose rebelar contra lo más duro, contra algunos miedos oscuros, y no necesitábamos más que la risa cómplice y muchas calles que caminar. Desempolvando viejas memorias no me cuesta nada volverte a respirar, a escucharte con claridad ciega, a prácticamente volverte a soñar, y no es casual que no te encuentre entre los espacios que antes eramos de habitar, es parte de una jugada discreta, algo rara y coqueta que nos invita a seducir con una distancia, que trae a consecuencias fantasías y coloca las ansias de volverte a vislumbrar. Puntos de vista diferentes siempre haciendo rico nuestro andar, parecía que nadie entendía que era lo tan especial que pretendíamos preservar, y aunque el reloj ya nos sacó el disfraz, espero que te llegue ese cálido recuerdo que se conservar, que desde donde te encuentres, en algún momento respirar, ese aire frío que sobre tus ventanas sabíamos batallar. Y mientras espero una revancha a lo que dejé pasar, pido que esa estrella te guíe y te deje regresar, a donde siempre supimos que nada era eterno, a donde nunca compartimos otra cosa que lo nuestro.




                                              un perfume de fotos amarillas, un nombre gastado de tanto nombrar

domingo, 17 de marzo de 2013

La mesa está plagada de preguntas que aún no sabemos contestar, todas deleitándose con un suspiro de silencio. Todas desordenadas, entre el pasado que se jacta de la experiencia errónea, el futuro seduce con su quizás, mientras un presente indeciso mira en ambas direcciones sin saber a quien escuchar. Pero tomar partido por una de esas, aparentemente, tampoco sirve. En realidad, no se que sirve. Creo que no sabemos que campana escuchar... aunque tal vez solo enmudezcamos lo que probablemente pueda cambiar. No importa, las cosas que todavía no sabemos nombrar, en algún momento buscan una grieta y se nombran como se quieran llamar, incluso cuando uno no lo pueda manejar. Y es raro todo eso, todo aquello y todo esto, pero ¿que más puede pasar? Uno direcciona ciertos caminos, algunos hay que dejarlos llevar, aunque de miedo o este la posibilidad de errar. No me gustan las preguntas pendientes, no me llevo bien con el que pasará si lo dejo a la espera de lo que sé que puedo terminar por borrar pero creo que ahora le tengo más miedo a olvidarme de arriesgar que al riesgo de perder en caso de haberme arriesgado. Son irónicas contradicciones, de las que, pareciera, nadie esta exento, esas que a todos se nos pasan por la cabeza, las que aparecen con un poco de distancia, con el ruido de una risa o con la mirada que faltó. Y mientras yo no encuentro muchas respuestas, ordeno este par de preguntas desparramadas y las guardo en un cajón, no me importa saber todo, no me interesa más esa sensación, quizás quiera sentarme y respirar el viento, dejar que él decida mi dirección, mientras tanto el tiempo seguro hará lo suyo, y ojalá encuentre en el medio el punto exacto de los dos.




                                                                                                                                 uno, dos, tres...

martes, 5 de marzo de 2013

Sigue sorprendiéndome la poca capacidad que últimamente boicotea toda decisión tomada, me propongo lo que debería ser simple de cumplir, y de hecho siempre lo fue, nunca existía tal dilema, pero ahora parece que levantarse implica contrariarse e improvisar. Y es ahí donde me descubro entre partes de vida que no se si son sueños o realidad, donde es difícil identificar los límites, las aristas de la historia. Creo saber porque no los delimito, porque no los encierro en el costado de lo prohibido, y es simplemente porque no quiero, porque es un espacio en donde lo que me ofrece el territorio al que llegaría pasando el límite ya no me asusta, ya dejó de intimidarme lo que no fuese fácil de explicar, en realidad, creo que muchas veces buscamos explicación para cosas que simplemente no las tienen, y el no tener posibilidad de ser racionalizadas, se hacen más bellas, más especiales. Yo no puedo nombrar cuando y porque dije basta a mi antigua forma de mirar, quizás simplemente un reloj me marcó final del tiempo a una costumbre constante de despachar lo que cuesta hacerse cargo de ver. Cuando me pregunto que hacia antes de mirarte, hay algo que me dice que tengo la certeza que perdía el tiempo, y aunque mi mañana sea incierto, no me importaría equivocarme, si eso pasara, porque nadie está exento, sería ganar sin duda, ganar un chance, ganar valor, eliminar una duda y quizás aprender a jugar mejor. No puedo no medir las palabras, porque a pesar de todo, siento que pensar es una virtud, pero no hay materia gris que pueda ponerle nombre a lo que se llame extrañar tanto hasta los detalles que se transformaron en especiales y que en otro par de ojos quedarían insulsos. No se nombrar muchas cosas, no se que pasará, no se porque lo siento, no se con exactitud si se sabrá, y son dudas que no me gustan, sólo una que se desprende de todas ellas es la que más me hace suspirar, y es que no se como podía querer tanto y haber aprendido a callar. Ya cansada de repasar, el que dirán, el que hacer, el porque y los comos, dejo libre cualquier dificultad al azar, sabiendo que será lo que deba ser cuando los miedos se atrevan a barajar o lo que nos atrevamos a mirar.

jueves, 28 de febrero de 2013

Escribir y borrar para volver a escribir, salir y regresar con la búsqueda vacía de excusas para no poner en palabras que nadie mira pero todos ven. Lo único que termino encontrando son pedazos de impulsos, que de alguna manera desconozco, pero de sabor dulce inundando algunos costados de mi boca. Desde cuando mido las palabras? Quizás desde que uno no sabe bien como expresar lo que ni siquiera sabe o también por miedo a que las letras juntas y unidas formen un filoso cuchillo que atraviese lo que no sabemos nombrar.

jueves, 17 de enero de 2013



En horarios en donde el sol está escondido confirmo una y mil veces que debería existir un mecanismo de archivo, en donde viejos historiales o antiguas fotos no puedan ser vistas a menos que el propietario se encuentre en ese gran momento en que sabe defenderse, sin lastimarse, del pasado y sus rincones. Porque nadie me manda a ordenar viejas carpetas, leer gastadas palabras y recordar hasta el mínimo detalle insignificante que hacía a los días. Ya bastante tengo con la calle, con el bondi que sigue con el mismo recorrido, ese que me desfila bajo una ventana que a veces nos vió amanecer, suficiente del transporte azul, del perfume que no tiene nadie y está en todos de repente, hasta unas manos que pocas veces se encontraron con las mías pero que hacían al instante un momento delicioso. Basta de encontrarte cuando muero saltando entre una marea de gente al ritmo de un desahogo rock and roll. Y cuando no pasa nada de eso, yo sola nado contra mi corriente y vuelvo a revisar una y otra vez las letras, los días, ya no se si buscando errores, quizás sólo sonriendo como antes. Parece que cuando más decido olvidar ciertas cosas, más aparecen, la radio tiene un complot en contra de mi memoria, no hay mañana que no corra una maratón contra el dial para hacer caso omiso a un tema que gustaba para dos. Es ridículo, pero ni siquiera quiero saber si estas despierto, supone el comienzo por no encontrarte en una búsqueda por intentar olvidarte. No tiene sentido, ni las idas y venidas, ni las vueltas en redondo, ni seguir mirando de reojo sonriendo para aplacar el orgullo que se pelea a las trompadas para dejarse mostrar. Esto nos quedó lejos.. y yo no me quiero sentar a esperar.


auch.