martes, 14 de abril de 2015

 Pareciera que hoy me devolves la sonrisa que te regalé ayer. Me encuentro en un par de ojos que coinciden con los tuyos. Respiro en cada roce y vaivén en que nuestros cuerpos se integran a una música que pareciera brotarte continuamente de las entrañas. Un extraño magnetismo, una fisura a mi realidad. No dejo de preguntarme ¿por qué no te me cruzaste antes? Ahora estamos llenos de elecciones hechas. Pedime algo, pedime lo que quieras. Me habla, se achina y se ríe, se va, se concentra, se deja llevar. Mis recreos de la realidad no los cambio, no están disponibles a trueque, tampoco la sensación de flotar que me invade los pies cuando retorno a una almohada lejos de tu voz, es una canción tuya me inunda de vos y sonrío cada vez que te pienso. Nunca se sabe si es tarde o lejos. Dejame alimentarme la fantasía a base del recuerdo de lo que nunca pasó. Seguí escondiéndonos en canciones, seguí dandome razones para no olvidarte. Seguí que te sigo, confia que confío, mirame que siempre te miro.

No hay comentarios: