lunes, 30 de junio de 2014

Quedate sereno, quedate en lo oscuro. Quedaste. Quedate quieto, desierto pero no muerto. Quedaste en todos lados, en los finos y los arrugados. Quedate grande, preciso, inconstante y escurridizo. Quedaste con caretas con poca bicicleta. Quedate viviendo, sintiendo, mintiendo, queriendo. Quedaste faltando y en falta. Quedate feliz, quedate contento, quedate escuchando el viento. Quedaste viejo y opaco, hasta desvalorizado. Quedate solo pero acompañado, vacio y llano, chato de rutinas y saberes que son menesteres. Quedaste imponiendo vidas. Quedate donde veas, donde seas lo que no te animas a ser. Quedaste incluso queriendo volver. Quedate de viaje, sin tanto equipaje, sin tanto fundamento repensado, hervido y seco. Quedaste aplastado, sólo una sombra. Quedate sonriendo, o llorando, lo que vos quieras, incluso fingiendo. Quedaste repitiendo. Quedaste debiendo, palabras y lamentos, conciencia y corazón. 

Quedate allá o acá, pero quedate seguro, convencido, de que sea donde sea, (por suerte) siempre será lejos.

No hay comentarios: