Que hipócrita es a veces la gente. Es un desahogo saber que me retire a tiempo de la partida mal jugada, siempre las reglas eran a tu favor. Pero, aunque me moleste que aún me invada, me repugna recordar lo que solías decir meses atrás y verte ahora completamente opuesto. Sos un disfraz, una mascara de arcilla que algún día caerá y se va a romper en mil pedazos en el suelo. Y seguro todavía ahí me importes, que cosa dura..
me quiero ir un ratito.
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