lunes, 7 de noviembre de 2011

Es el gesto lo que cansa, tu avaricia lo que me alcanza, si tan sólo aprendiera a saber frenar. Resignar mis huellas en el pavimento, marcar mi piel de cemento y rodar y rodar. Nuevamente caigo en la fallida, algo icónica y muy aburrida estrategia de mirar, esperanzada de milagro, convertir lo viejo y no lo amargo en intenciones que nos den más. Y te cuesta dejar tu orgullo de lado, tu careta y tu disfraz ya muy decorado, por lo que yo me agoto y me hecho para atrás. No se puede luchar siempre con escalar la pared que insistis en seguir construyendo, no queda viaje y ya no soporto este viento, me preocupa esta altura que nos crea la verdad. Yo me animo a tus inventos, a quererte sin tanto espamento y me termino conformando con lo que nunca me das. Entre hechizos y milicias, sedientos y con algo de prisa, nos besamos los recuerdos, esos reales y los que son puro cuento, y nos disponemos a imaginar. Vos en un mundo rodeado de placeres, yo preguntandome aún quien eres, donde te fuiste y cuando me encontré, si es que sólo resta ese vuelto no contabilizado, si nos tenemos que conformar con ser civilizados, guardando en un pedacito de memoria el lienzo que nos queda por pintar.


huidas con delirios de vueltas?

2 comentarios:

Santi dijo...

El mundo te extrañaba!!!

Me gusta la acitud de decir " me animo a tus inventos!

lula. dijo...

ay, te juro que me sentí tan identificada. que lindo cuando las cosas llegan.