martes, 30 de agosto de 2011

Las palabras que salieron de tus manos se tornaron espesas, hirientes y con tristeza, poniendonos de frente a la realidad que decidimos escoger, aún temiendo por la desconfianza que nos genera el pasado, por los abrumados que nos tiene el futuro. Si tan sólo te dejaras querer.. si no corrieras espantado con una risa disimulada, enfocando la visión donde jamas disfrutarían de la histeria, de la vida llena de miserias calculando los abrazos dados, los besos nunca confesados. El capricho te seduce por los costados, se sienta ante tu falda y te provoca para no poder escapar, te envuelve, te enciende para despues saberte apagar, dejandote incendiado sin nada más que poder regalar. Te prometen un cielo y lo único que viste fueron las estrellas del mareo y su confusión, al punto exacto de interrogarte a vos mismo en que estás fallando, que no sale, quién no se esta avivando de todo lo que te acercan estando a mares de aquí. Bronca, molestia y cansancio por haber jugado mal, porque siempre se pierde incluso antes de apostar, porque esta ruleta no parece parar, te vendieron dos miradas azules, te clavan puñales en la razón, te explican entre letras de canción que nunca tenes que exponer el corazón. Eso se aprende tarde, cuando ya lo perdiste y como un loco desesperado se te ve por las calles de flores amarillas, recuperando el aire en algún umbral, intentando volver a acomodar los escudos, haciendote fuerte para no tropezar jamás.



el amor es ciego, sordo, mudo y pelotudo.

1 comentario:

Santi dijo...

el que no se deja querer no merece ser querido