domingo, 12 de junio de 2011

Me dejaste llena de avisos, señales, alarmas y oscuros precipicios, me advertiste que no te creyera, que nunca te oyera, que invente un cariño y que nunca te trate de niño ni aunque así lo fueras. Me recordaste tu filosofía, aquella del día a día, y entre textos perdidos y poco amor establecido, perdimos las luces que nos hacian viajantes, recorrer sin altoparlates gritandonos los sabores de lo inconstante. Te fuiste lejos estando a metros mios, seduciendo lo frío, aplacando todo lo ya brillado, arremangandote y excavando para seguir creando el abismo que nos protege en la poca distancia, porque requiere más que elegancia pretender que de todo nada ha sucedido, que hoy los ya recorridos somos extraños distantes nunca conocidos. No nos gustan las despedidas, no queremos explicaciones, preferimos nuevas estaciones, trenes vacios y repletos, que nos dejen libres y sueltos, preparados para nuevos momentos, lejos tuyo, lejos mio, sin ningún amarre que nos respire y nos mantega vivos.




(a veces vamos, a veces venimos, vamos a ver que sorpresas nos trae el destino?)

3 comentarios:

Adúriz dijo...

No puedo decir más que "excelente". Es muy difícil hacer ese tipo de rima y te salió perfecto. Keep on

Lea dijo...

"Se puede partir de cualquier cosa, una caja de fósforos, un golpe de viento en el tejado, el estudio número 3 de Scriabin, un grito allá abajo en la calle, esa foto del Newsweek, el cuento del gato con botas,

el riesgo está en eso, en que se puede partir de cualquier cosa pero después hay que llegar, no se sabe bien a qué pero llegar..."

Maru dijo...

gracias chicos!
me alegra que les haya gustado, o que se les venga a la memoria algo lindo al leerlo :)