
Hundimos nuestras manos en un barro que no sabemos limpiar, uno que nos tira cada vez un poco más, se hace rio, se hace marea y nunca nos deja elevar ¿Cuando fue que me deje perder en tus huesos? ¿Quien me devuelve el plan de huida? Es ahi, donde hoy y siempre soy sustituida, en cuanto me tomaste por los hombros y me invitaste a permanecer en un rincón que siempre esta de tu lado pero nunca con vos. Las caricias se transformaron en dulces navajas que de no escapar a tiempo solo se llevarían el color con el que sabías delirar, y aun dejando nuestros vasos por la mitad la noche se hizo más oscura y solo tuve que esperar. Aguardando que se terminara de quebrar, levantando nuestras cosas del suelo, devolviendote lo tuyo, regalandote lo mío, viendo como lo que supo vernos nuevos hoy nos encontraba recorridos, viejos, poco distinguidos. Asi que adiós, yo firmé tu promesa y que ambos arrojamos al viento, yo no quiero mas de tu vuelo, vos construite tu propio cielo, no vemos ahi, donde nos encuentre el tiempo, en un sueño, en tu duelo, en algun segundo, en un perverso beso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario