No darte el gusto de verme llorar, alejarme de tu caminar, correr hacia otra dirección y saltar. No mires el profundo espiral, solo tiende a marear, una vez que sucede el malestar no se ira jamás. Consumir más caramelos recostada sobre tu vientre y reirnos hasta volar. El sol te tiñe de naranja y no importa si cambiará. No te vayas, quedate un rato más, no te aconsejo que me digas que hacer y no me regales un flor roja, no me quites la sensación que más disfruto y dejame respirar. Es el llamado lo que no vas a escuchar, mis excusas un pretexto más, tus lunares entre mis manos, tu canción apoyada en la razón, la caricia que inventé y ese disco que no escuchaste.