Aunque me haga la tonta y tenga el talento para idearme algo que no soy, me se de memoria todos y cada uno de tus gestos de disimulo, de aparentar que no existe ninguna con la que ahora compartas minutos de desenfreno o de cariñó algo austero. Podría llamarte una vez más con dulzura, intentar volver a ver en tus ojos el escepticismo de no creer en nada y en nadie con la intención de compartir, que por un solo y maldito instante vuelvas a repetir sin tener la manía de preguntar. Disfrutar sin cuestiones, vivir sin tantas ambiciones, debates del día a día... Que costumbre la de desencontrarnos, que fanáticos de los problemas, una sensación que todavía nos quema sin dejarnos aflorar.
¿con que reglas te estoy jugando?
2 comentarios:
Jugas con las reglas que te impone el momento?
ya ni se que juego es.. imaginate jaja
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