martes, 15 de noviembre de 2011

Picardía escasa y de pocos pasos, suficientes para balancearte en este ida y vuelta, admirando la puerta abierta que te permito guardar. Ni reglas ni estrategias, nada vale, nada cuenta si el sol se limita a rondar únicamente sobre tu órbita, dejándonos desprovistos de calor a los demás.
Es que me cansa ser bufón de tu castillo, lustrando cosas que ya nunca sacarán brillo, invocando dioses inventados que te traigan de regreso a lo que eras. Entre tu basura oxidada y mis restos por congelar, nos encuentra el abismo, ese espacio tan profundo y oscuro que hoy separa lo que fuimos, lo que somos y lo que seremos de ahora en más.
Y sólo nos queda el misterio, disfrutar de lo etéreo y rogar no confundir antíguas quimeras con caminos pudientes a explorar. Que si es tarde ya no te espero y si es temprano puede que estes a tiempo para desenfundar el arma y disparar, aquí en mi pecho está el tiro al blanco, son cien puntos si le acertas..



lúdica tarde sin despabilar.

1 comentario:

Santi dijo...

ufff el último parrafo, la primer oración del último parrafo.. uff (u)

GEnial