miércoles, 14 de septiembre de 2011

Te propongo levitar, arrimarse de nuevo a lo bello de la ciudad, escaparse de lo inconcluso situándonos un poco más allá. Si somos dos y miles, nuestros ojos bordearon el perdón, saboreamos lo amargo de la imperfección, nos arrastramos entre lo concreto y nos arrebatamos de felicidad. Es mucha la melodía que aún nos resta tocar, sobre algunos lagos aprender a caminar, recorriendo tus espacios y mis vacios, tus silencios y mis ruidos. Sólo sueños nos encanta contar, nunca verdades enteras ni versiones sin depurar, mientras que nos corre un tormento de lógica y nos inunda un miedo a decifrar. Es allí donde te espero, donde nunca te vi y cuando jamás pude tocarte, porque siempre escapamos de lo bueno, porque nos endulza el desafecto, dejándonos quietos y espesos, jurando no volver a amar. Empapelados de frases a medias y de frutas empobrecidas, nos eleva la adrenalina de atacar, defendiendo lo que nos resta de alma, inventándonos excusas al amanecer. Finalmente desconocemos el alerta de disparar, silenciando las alarmas que nos impulsan a vernos y decirnos sólo lo justo que nos permita volar, nos encuentro sosegados, admirando el gusto de las especias sin dejarnos de encandilar.




¿hasta dónde te permitis volar?

1 comentario:

Santi dijo...

Cada día más expresiva, sabelo.. me encanta!