Si es que sólo este acto fallido provoca el estallido de mi paciencia a trinar, si es que sólo me atreviese a volver a andar, a introducirme a tus reglas, a regalarte parte de mis rebeldias. Descubrirías que soy algo siniestra, desprovista y descolorida cuando se trata de saber entregarte lo que más me cuesta, porque perdí algunos de estos olores y estos insisten en no querer regresar, adjudicando desconocer el camino a casa o citando la maldita frase sobre el miedo a tropezar. Despejemos argumentos, no vivamos en este invento que se asoma antojado de recomenzar porque internandonos en la vía que vamos conociendo nos recordamos lo incapaces que fuimos para amar. Yo con lo mío, vos en tu cuento, dos mundos que nunca comparten sus órbitas, no se prestan cielos ni se desean los infiernos, sólo transitan el espacio para separarse más, y repletos de cordialidades y buenos gestos tapan el pasado ya cubierto por es asbesto, viejo de tanto recomenzar. No necesito tu modales, ni saber si me recordarás, sólo acepto elecciones que no ardan, cicatrices de momentos que no van a quedar.

¿decidido a seguir vigente?