Lo que un simple panorama parece esconder, mareados entre la realidad y el sueño incumplido, nosotros dos extraños hemos sido divididos, apostadores de una ruleta que no deja de girar, esa que necesito tu bien para no caer en el mal. Vos seguí llenandome el oído de miel que yo sigo jugando a la heroína que nunca se supo derrotar, es simple y bastante conciso, son mas fuertes las ganas de borrar algunos sucesos que el aguantar esta seguidilla de besos de categoría no correspondido clase 24/2. Por lo pronto, es de noche y se hace tarde, el reloj se vuelve tentador a la hora de renunciar, nos quedamos con una mirada perpleja, un camino enlodado y cartas sin jugar. Entonces y por último, beso tus mejillas aun rosadas, te miro fijamente buscando nunca más olvidarte en ese cielo, me dispongo a viajar y es ahí cuando despierto.

(quinta nube, dos pasos a la derecha junto al árbol de limones)