sábado, 27 de marzo de 2010


Debo agradecerte, con nunca presentes aprendí a ser fuerte, ahora el teléfono vuelve a sonar, y no deseo contestar, soy yo la que decide matar el sentimiento que una vez pareció acuchillar, la confianza tirada por el piso y tus lágrimas por el balcón, no soy inocente pero no quiero escuchar nunca más tu voz, el juego de la lastima no va conmigo, eso lo aprendí con vos..

1 comentario:

Santi dijo...

Te adoro!