
Debo agradecerte, con nunca presentes aprendí a ser fuerte, ahora el teléfono vuelve a sonar, y no deseo contestar, soy yo la que decide matar el sentimiento que una vez pareció acuchillar, la confianza tirada por el piso y tus lágrimas por el balcón, no soy inocente pero no quiero escuchar nunca más tu voz, el juego de la lastima no va conmigo, eso lo aprendí con vos..
1 comentario:
Te adoro!
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